Guía sobre el consumo de energía en una ola de calor

20 junio, 2024
Compartir: Correo LinkedIn

Debido al calentamiento global que está sufriendo la tierra actualmente, las olas de calor son cada vez más largas, frecuentes e intensas. Y es que tener temperaturas por encima de 38°C, ha puesto a prueba tanto la resistencia de las personas para buscar alternativas de refrescar sus hogares y empresas, como a la infraestructura eléctrica para poder cumplir con las demandas de suministro energético en todo el país.

Aunque los sistemas de aire acondicionado y ventilación pueden ser la solución para sentir frescura en medio de las olas de calor, es importante no perder de vista su impacto en el consumo de energía y, en consecuencia, en las facturas de electricidad.

La Comisión Federal de Electricidad (CFE) nos lo recuerda con una cifra contundente: bajar solo un grado la temperatura en un espacio (casa u oficina) a través de estos sistemas, puede aumentar el consumo de energía entre un 4 y un 6%.

¿Qué es una ola de calor?

De acuerdo con el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) de México, una ola de calor se define como un incremento notable en la temperatura del aire o la llegada de aire muy caliente a una zona extensa y suele prolongarse durante varios días o hasta una semana. 

Las olas de calor en México ocurren generalmente entre mayo y septiembre, es decir, entre primavera y verano y pueden superar los 40°C. Este fenómeno se caracteriza por baja humedad y escasa ventilación, influenciado por la alta presión atmosférica, la intensa radiación solar y la falta de vientos que puedan disipar el calor.

¿Qué impacto tienen las olas de calor?

El mayor impacto de una ola de calor recae en la salud de las personas debido a enfermedades relacionadas con las altas temperaturas como deshidratación, insolación e incluso la muerte y esto a su vez impacta en la economía, ya que la productividad laboral disminuye.

Por otro lado, en términos de impacto energético, una ola de calor eleva el consumo eléctrico para mantener encendidos por más tiempo los ventiladores, aires acondicionados y sistemas de refrigeración. Este consumo prolongado de energía eléctrica con varios dispositivos y electrodomésticos funcionando al mismo tiempo, puede ocasionar apagones por sobrecalentamiento o cortes del suministro en algunas regiones.

Adicionalmente, una ola de calor impacta en el incremento del recibo de luz porque, al exceder un usuario el límite de consumo, se le aplica una tarifa más elevada.

¿Cuáles son los efectos del excesivo consumo eléctrico?

El aumento del consumo de energía durante las olas de calor puede tener las siguientes consecuencias:

  • Sobrecarga de las instalaciones con posibilidad de sufrir fallos o daños en protecciones y equipos. 
  • Aumento en los costos de mantenimiento de equipos y sistemas eléctricos con costos ligados por paros imprevistos.
  • Incremento del costo de la energía y por ende, penalizaciones por sobreconsumo.
  • Cuando la demanda de electricidad supera la capacidad de generación y distribución, las redes eléctricas pueden colapsar, resultando en cortes de energía que afectan tanto a residencias como a negocios y plantas de producción.
  • Retrasos de las compañías eléctricas en arreglar las fallas, ya que no pueden responder a todos los cortes de luz o apagones en el momento en que ocurren.
  • Para las empresas, los apagones pueden significar interrupciones en la producción, pérdida de datos y daños a equipos eléctricos sensibles. Los costos asociados a estos problemas pueden ser significativos, afectando la rentabilidad y operatividad de los negocios.

Medidas para evitar el impacto de los apagones en su empresa

Durante una ola de calor, es importante implementar las siguientes medidas para evitar o minimizar los impactos de apagones en las empresas:

  • Realizar una evaluación sobre sus condiciones actuales de operación. Un análisis de calidad de energía puede ayudar.
  • Tener planes de contingencia, protocolos o pólizas de mantenimiento a equipos de misión crítica.
  • Actualizar equipos poco eficientes y realizar un plan de continuidad del negocio detallado.
  • Invertir en fuentes alternativas de energía como sistemas fotovoltaicos o eólicos, plantas de emergencia o sistemas de almacenamiento de energía tipo BESS..
  • Contar con dispositivos de protección a cortocircuitos como los cortapicos de voltaje, así como tener equipos de respaldo de energía como UPS y plantas de emergencia.
  • Adoptar medidas de uso racional de la energía y utilizar equipos eficientes como aires acondicionados tipo inverter.
  • Reemplazar los bombillos tradicionales por luces led cuyo consumo es menor.
  • Desconectar los equipos que no estén en uso, así como los cargadores una vez el celular, tableta, reloj u otro aparato, haya completado el proceso de carga.

Agendar asesoría

Cerrar
Whatsapp Whatsapp