En empresas o fábricas donde se manejan altas cargas por operación de maquinaria o procesos donde las líneas de producción no pueden detenerse, es crucial que el flujo de energía eléctrica esté en óptimas condiciones. De lo contrario, los costos por reparación de equipos o paro de planta pueden ser altísimos.
Hay que recordar que, en el campo industrial, tener la energía fluyendo de manera constante y segura no es cuestión de suerte, es gracias a un buen plan de mantenimiento eléctrico. Además, en un contexto donde la eficiencia energética y la sostenibilidad en México son claves, el hecho de contar con un programa de mantenimiento eléctrico robusto debe verse como una inversión y no un gasto. Esto trae altos beneficios en la optimización y el rendimiento de los sistemas eléctricos, extensión de la vida útil de los equipos y cumplimiento de las normativas vigentes en este país.
¿Qué es la gestión de mantenimiento eléctrico?
La gestión de mantenimiento eléctrico es una estrategia integral que implica la planificación, ejecución y supervisión de actividades destinadas a conservar o restaurar las instalaciones eléctricas para que tengan las condiciones óptimas de funcionamiento.
Según la Norma Oficial Mexicana NOM-029-STPS-2011, esta gestión debe incluir la elaboración de planes de trabajo, capacitación continua del personal, análisis de riesgos potenciales y la implementación de procedimientos de seguridad específicos para las tareas de mantenimiento en diversos sectores empresariales.
Las actividades que corresponden al mantenimiento eléctrico de los equipos, los componentes o sistemas de red, deben estar a cargo de profesionales o técnicos con conocimientos especializados. Lo anterior, es primordial ya que, la comprobación y la reparación de los equipos eléctricos, no solo corregirá las fallas actuales, sino también, evitará problemas a futuro que puedan provocar una pérdida de energía o un incendio eléctrico.
¿Cuántos tipos de mantenimiento eléctrico existen?
Existen tres tipos de mantenimiento eléctrico esenciales:
- Mantenimiento preventivo: se enfoca en realizar inspecciones, pruebas y ajustes periódicamente para detectar posibles fallas antes de que ocurran. Esta actividad incluye pruebas de corriente alterna, carga de baterías, revisión de voltaje, entre otras características que afecten la vida útil de los equipos.
- Mantenimiento correctivo: se realiza cuando ocurre una falla o avería en el sistema eléctrico. Su objetivo es reparar o reemplazar los componentes dañados para restablecer el funcionamiento normal de la instalación.
- Mantenimiento predictivo: esta es una práctica recomendada para mejorar la eficiencia y reducir costos operativos. Las empresas suelen realizarla usando técnicas de monitoreo y análisis de datos en tiempo real para anticipar posibles fallas, permitiendo programar intervenciones antes de que se produzcan averías.
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Ejemplos de mantenimiento eléctrico
Basados en la NOM-029, algunos ejemplos concretos que ilustran la diversidad de tareas involucradas en el mantenimiento eléctrico industrial y otros ámbitos pueden ser:
- El mantenimiento a motores eléctricos: al ser piezas centrales en muchas industrias, implica en una fase preventiva, inspección visual de las conexiones asegurando su apriete y que no presenten sobrecalentamiento; aislamiento de cables, verificando que no estén deteriorados o expuestos; limpieza del motor y ventilación libre de obstrucciones y lubricación de los rodamientos.
- Mantenimiento a subestaciones eléctricas: las cuales son indispensables para la distribución de energía. Este mantenimiento incluye la revisión del nivel de aceite, la temperatura, el estado de las conexiones y funcionamiento del sistema de enfriamiento de los transformadores, así como el aislamiento a los cables de alta tensión que podrían generar arcos eléctricos o explosiones.
- Mantenimiento a plantas de emergencia: son vitales para asegurar la continuidad de las operaciones en caso de fallas en el suministro eléctrico. En esta actividad se realizan pruebas periódicas para verificar que la planta arranque y funcione correctamente bajo carga. También se revisan las conexiones, el aislamiento y el funcionamiento del regulador de voltaje.
- Mantenimiento de sistemas eléctricos: incluye la inspección y prueba de tableros eléctricos, revisión de las luminarias y el cableado y también se verifica la continuidad y la resistencia del sistema de tierras.
- Mantenimiento en sistemas de respaldo y protección eléctrica: estos son vitales para la continuidad operativa y la protección de equipos electrónicos contra sobretensiones y otras anomalías eléctricas. El mantenimiento preventivo en este caso abarca la revisión periódica de baterías (en UPS), la verificación del funcionamiento de reguladores y la comprobación de la capacidad de protección de supresores de picos. Estas acciones, realizadas por personal capacitado, previenen fallas en estos sistemas críticos y aseguran su confiabilidad.
Beneficios del mantenimiento eléctrico
Un mantenimiento eléctrico bien implementado trae varias ventajas, como, por ejemplo:
- Mejora la seguridad: gracias a que reduce el riesgo de accidentes laborales y/o daños a las instalaciones causados por fallas eléctricas.
- Aumenta la disponibilidad y continuidad operativa: de los sistemas eléctricos, minimizando tiempos de inactividad por paros no programados.
- Eficiencia energética: ya que detecta y corrige ineficiencias en el sistema eléctrico, lo que se traduce también en ahorros económicos.
- Cumplimiento normativo: gracias a que asegura que las instalaciones cumplan con las normativas mexicanas vigentes, evitando sanciones y mejorando la reputación de la empresa.
- Aumento de la vida útil: de los equipos e instalaciones eléctricas mediante la prevención del desgaste prematuro.
¿Cómo realizar un mantenimiento eléctrico?
Para toda actividad relacionada con revisión y corrección de sistemas eléctricos, es importante contar con un plan de mantenimiento efectivo que incluya las recomendaciones de las normas oficiales. Algunos pasos importantes son:
- Clasificar los equipos eléctricos según su importancia, con el objetivo de identificar los activos críticos para programarles más revisiones periódicas.
- Revisar los registros de mantenimiento anteriores para establecer patrones de fallos y problemas recurrentes.
- Capacitar continuamente al personal que realizará los diferentes tipos de mantenimiento. Estos trabajadores deben tener la formación y competencias necesarias para realizar las tareas de manera segura.
- Evaluar los riesgos asociados a las tareas de mantenimiento para implementar medidas de control adecuadas.
- Establecer un cronograma con fechas, responsables, instrucciones, ajustes y costos de cada actividad a implementar.
- Realizar las pruebas y verificaciones periódicas con elementos de protección personal (EPP) para garantizar que los equipos y sistemas eléctricos cumplan con los estándares de seguridad y funcionamiento establecidos.
- Registrar los resultados de las pruebas realizadas para mantener un historial de desempeño incluyendo registros de inspecciones, pruebas, reparaciones y actualizaciones.
En conclusión, el mantenimiento eléctrico, busca prevenir riesgos y asegurar las condiciones óptimas de las instalaciones eléctricas. Abarca desde inspecciones visuales hasta pruebas especializadas.
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