Los sistemas eléctricos, por su naturaleza manipulable durante la instalación, mantenimiento o revisión, conllevan un alto riesgo eléctrico que pone en peligro la integridad física de quienes los operan y, a su vez, puede alterar el funcionamiento y productividad de la casa, oficina o fábrica en la que se usa el servicio eléctrico.
En el sector industrial, la maquinaria y los procesos dependen en gran medida de la energía eléctrica. Por ello, gestionar el riesgo eléctrico implica identificar, evaluar y controlar los posibles peligros asociados con el uso de la electricidad, para proteger a los trabajadores y el entorno.
¿Cuáles son los 5 principales riesgos eléctricos?
Entre los accidentes eléctricos más frecuentes se destacan:
- Choque eléctrico o electrocución: ocurre cuando una parte del cuerpo entra en contacto con la electricidad. En este caso, la corriente busca un camino más fácil para salir del cuerpo humano y a mayor tiempo de exposición, mayores son las consecuencias.
- Arcos eléctricos: son descargas de corriente a través del aire entre conductores o entre un conductor y tierra. Se pueden presentar por diversos motivos, como la presencia de polvo, condensación en las instalaciones o la descarga de energía por acercamiento accidental lo cual puede resultar en quemaduras graves a las personas.
- Cortocircuito: puede ocasionar daños más que todo en los equipos debido a una conexión accidental de baja resistencia entre dos puntos de diferente potencial.
- Incendio por sobrecarga: ocurre cuando la corriente que va por un circuito supera la capacidad máxima que el sistema eléctrico puede soportar.
- Explosiones: en ciertos entornos industriales, la presencia de gases, vapores o polvo inflamable puede aumentar el riesgo de explosiones si ocurre una chispa o descarga eléctrica.
¿Cuáles son los tipos de riesgo eléctrico?
En México se registran alrededor de 560 muertes por electrocución al año y, de acuerdo con la Organización Internacional del Trabajo (OIT), los riesgos eléctricos se asocian a los efectos que tiene la electricidad y su empleo, los cuales están integrados por elementos que se utilizan en la generación y la distribución de la energía.
El riesgo eléctrico se clasifica en dos categorías principales:
- Riesgo eléctrico por contacto directo, se produce cuando una persona toca directamente partes conductoras de una instalación eléctrica, como cables energizados, tomacorrientes, terminales sin protección o equipos eléctricos. Este tipo de contacto puede provocar descargas eléctricas graves o incluso la muerte.
- Riesgo eléctrico por contacto indirecto, ocurre cuando una persona entra en contacto con partes metálicas, conductores, carcasas que no deberían estar energizadas, pero que han adquirido voltaje debido a un fallo en el aislamiento o una falla eléctrica. Esto puede causar choques eléctricos menos severos, pero aún peligrosos.
Recomendaciones para mitigar el riesgo eléctrico
Para prevenir accidentes eléctricos en el hogar, en oficinas o en fábricas es importante tener en cuenta los siguientes aspectos:
- Mantenimiento preventivo: implementar un programa para garantizar que los equipos e instalación se encuentren en buen estado y operen de forma adecuada.
- Cableado adecuado: confirmar que el calibre de los cables sea el correcto para la corriente que deben conducir, ya que, utilizar cables inapropiados puede provocar sobrecalentamientos y fallos eléctricos.
- Componentes eléctricos expuestos: las cajas de cables e interruptores siempre deben tener sus tapas puestas para evitar el contacto accidental con partes energizadas.
- Contacto con cables de alta tensión: una gran parte de los accidentes eléctricos son causados por el contacto con cables de alta tensión. Es fundamental utilizar equipo de protección personal y ser consciente del peligro que representan.
- Evitar sobrecargas en los circuitos: enchufar demasiados dispositivos en un solo circuito puede sobrecalentar los cables y causar incendios.
- Material aislante en buen estado: el material aislante dañado puede exponer componentes metálicos que, al tocar un cable energizado, pueden causar descargas eléctricas.
- Conexión a tierra adecuada: los sistemas eléctricos deben estar correctamente conectados a tierra para evitar que los trabajadores reciban descargas eléctricas al tocar componentes defectuosos.
- Capacitación al personal: se debe proporcionar capacitación regular a quienes intervengan directamente en mantenimiento e instalación de equipos eléctricos.
- Planes de emergencia: desarrollar planes y procedimientos de emergencia así como la señalización de zonas de alto voltaje o con riesgo eléctrico.
- Uso de Equipo de Protección Personal (EPP): los guantes dieléctricos son imprescindibles para proteger las manos al trabajar con electricidad y deben ser fabricados con materiales aislantes que previenen descargas eléctricas.
- Herramientas de protección de equipos: contar con supresores de picos o reguladores de voltaje, para evitar el daño por sobrecarga en los dispositivos o equipos conectados, así como sistemas de UPS ante cortes o caídas de luz, puede ayudar a mitigar los diferentes riesgos eléctricos más comunes.
- Identificar voltaje en tablero: es importante etiquetar correctamente los interruptores y disyuntores, y usar medidores de voltaje para verificar la carga actual, asegurando así una manipulación segura del sistema eléctrico.