En temporada de lluvias a lo largo del año o en lugares donde las condiciones climáticas son inestables, es probable que se generen tormentas eléctricas. Estos fenómenos naturales, además de parecer un espectáculo de luces y sonidos lejanos, pueden causar graves daños a nuestras instalaciones eléctricas.
Entender cómo se forman y qué efectos tienen las tormentas eléctricas, es crucial para proteger nuestros equipos y garantizar la continuidad de nuestros servicios en los edificios, casas, oficinas o plantas de manufactura.
¿Qué son las tormentas eléctricas?
Las tormentas eléctricas son fenómenos meteorológicos que, debido a la descarga de grandes cantidades de electricidad estática acumulada en las nubes, pueden ocasionar daños en los sistemas de electricidad o en el peor de los casos, incendios forestales, cortocircuitos o la muerte a las personas y animales que son alcanzadas por un rayo.
Durante una tormenta eléctrica, los rayos se manifiestan como grandes destellos de luz, conocidos como relámpagos. El aire alrededor del rayo se calienta y se expande rápidamente, generando ondas sonoras llamadas truenos. Como la luz viaja más rápido que el sonido, primero vemos el relámpago y luego escuchamos el trueno.
Tipos de tormentas eléctricas
Debido a su composición de diversos tipos de aire, temperatura y niveles de humedad, las tormentas eléctricas se pueden clasificar en cuatro grandes categorías principales:
- Tormentas de célula simple: conformada por una sola célula de tormenta, son generalmente débiles, de corta duración y no se alimentan de energía adicional. Producen rayos, truenos, granizo y lluvias intensas, pero su impacto suele ser limitado.
- Tormentas multicelulares: compuestas por dos o más células, estas tormentas son más intensas y duraderas y pueden causar daños significativos. Frecuentemente vienen acompañadas de viento fuerte o granizo y pueden dar lugar a inundaciones y tornados breves.
- Tormentas de supercélula: son las tormentas más intensas y peligrosas, conocidas por su capacidad de producir tornados. Se alimentan por un circuito de corrientes de viento ascendentes que mantienen su energía durante muchas horas y pueden recorrer grandes distancias, causando destrucción significativa con sus vientos huracanados.
- Líneas de turbonada: estas son extensas líneas de tormentas activas que pueden abarcar cientos de kilómetros. Se caracterizan por vientos huracanados y lluvias torrenciales, y suelen tener un frente común tormentoso que puede causar devastación a lo largo de grandes áreas.
Causas de las tormentas
La formación de las tormentas eléctricas se desarrolla en tres fases principales, cada una influenciada por factores específicos:
- Nacimiento y humedad: esta fase de cúmulo, la masa de humedad se eleva hacia la atmósfera y las nubes comienzan a crecer. El aire caliente y húmedo es crucial para la formación de estas nubes de tormenta. Sin suficiente humedad, las nubes no alcanzarían la masa necesaria para desencadenar en una tormenta eléctrica.
- Madurez e inestabilidad atmosférica: en esta etapa la nube continúa creciendo verticalmente hasta formar un cumulonimbus y dentro de este tipo de nube se generan corrientes de aire descendentes que provocan intensas precipitaciones. La turbulencia interna produce relámpagos a lo largo de toda la nube.
- Disipación y mecanismos de elevación: en esta fase final, las nubes comienzan a dispersarse y el aire caliente de la superficie es reemplazado por aire frío. Aquí predominan las corrientes descendentes y las precipitaciones se debilitan progresivamente hasta cesar. Factores como las montañas o la convección causada por el calentamiento solar pueden actuar como mecanismos que elevan el aire húmedo.
Consecuencias de las tormentas eléctricas
Entre los mayores peligros de las tormentas eléctricas se destacan:
- Las descargas atmosféricas son la principal amenaza durante una tormenta eléctrica, ya que pueden impactar en objetos y personas, causando lesiones graves o incluso la muerte. Además, tienen el potencial de iniciar incendios y dañar dispositivos eléctricos debido a la enorme cantidad de energía que liberan.
- Inundaciones por lluvias torrenciales, en corto tiempo y que, a su vez, representan un riesgo para áreas propensas a inundaciones rápidas.
- Daños por granizo, a veces las tormentas eléctricas también traen consigo granizo, lo cual puede provocar daños en cultivos, vehículos y estructuras.
¿Qué hacer antes de una tormenta eléctrica?
No hay que esperar a que llegue una tormenta eléctrica para tomar las medidas necesarias de protección a los sistemas eléctricos, electrodomésticos, o equipos de alto consumo de energía en fábricas.
Lo principal y más importante es contar con pararrayos ubicados en la parte más elevada de un edificio y un sistema de tierras normalizado y con mantenimiento adecuado. Los pararrayos son dispositivos metálicos, en forma de varilla puntiaguda, desvían los rayos hacia el sistema de tierra, protegiendo así la estructura y los equipos internos de la descarga eléctrica.
Además, es recomendable instalar sistemas de protección contra sobretensiones (SPDs) en el cuadro eléctrico principal. Estos dispositivos ayudan a evitar que los picos de voltaje, provocados por las descargas, dañan los electrodomésticos y equipos electrónicos.
¿Qué hacer durante una tormenta eléctrica?
Es importante apegarse al plan de emergencias y que las personas estén alejadas de ventanas y puertas, evitar el uso de teléfonos fijos y aparatos eléctricos, y no refugiarse bajo árboles o estructuras metálicas al aire libre.
Desconectar los aparatos eléctricos y electrónicos durante la tormenta también es una medida prudente para protegerlos de posibles daños.
No manipule herramientas u objetos metálicos. Evite el contacto con agua, especialmente en playas, ríos o lagos, ya que la salinidad puede aumentar la peligrosidad de las descargas eléctricas.
¿Qué hacer después de una tormenta eléctrica?
Cuando pase una tormenta eléctrica, es importante seguir algunas precauciones:
- Revisar si hay daños en la propiedad o cables de electricidad caídos y contactar a las compañías de seguros, servicios de emergencia y energía eléctrica.
- Esperar indicaciones de las autoridades, pues no se aconseja salir a la calle inmediatamente, ya que podría haber cables caídos o inundaciones.
- Ayudar a los demás con primeros auxilios si alguien ha sufrido quemaduras por carga eléctrica o con reanimación cardiopulmonar en caso de que la persona haya sido impactada por un rayo.