Ante la volatilidad de los costos y sobredemanda energética, la tardía actualización de infraestructura eléctrica nacional y la creciente necesidad de cumplir con metas de sostenibilidad (ESG) en México, el esquema de generación de autoconsumo interconectado surge como una solución técnica y financiera de alto impacto. Esta alternativa, les permite a las empresas industriales generar su propia electricidad de manera confiable y con el respaldo de la red nacional.
Además, la reciente actualización de la Ley del Sector Eléctrico (LSE) y los nuevos lineamientos emitidos por la Comisión Nacional de Energía (CNE), ha fortalecido este modelo de autoconsumo interconectado, simplificando su implementación y proporcionando certeza jurídica a las empresas generadoras.
En primer lugar, se considera autoconsumo a la generación realizada por una central con capacidad igual o superior a 0.7 MW, destinada a satisfacer las necesidades propias del titular del permiso de generación. De acuerdo con la Ley del Sector Eléctrico (LSE) y los lineamientos de la CNE, las centrales con capacidad de 0.7 a 20 MW pueden acceder a un trámite simplificado para su autorización.
Ahora bien, el autoconsumo interconectado es un modelo de generación eléctrica en sitio, que permite a las empresas producir su propia energía dentro de sus instalaciones, utilizando fuentes renovables, como solar o eólica y esquemas híbridos con almacenamiento energético (BESS). Su característica principal es que la central eléctrica está conectada a la Red Nacional de Transmisión (RNT), lo que garantiza flexibilidad operativa y respaldo ante variaciones de demanda o intermitencia de la fuente renovable.
Durante su funcionamiento, el sistema prioriza el uso interno de la energía generada para cubrir la demanda de la planta o empresa industrial. Aunque está conectado a la red nacional, no depende de ella como fuente principal, ya que su propósito es el abastecimiento propio.
Cuando la generación supera el consumo, los excedentes se exportan al Sistema Eléctrico Nacional (SEN) y, según la regulación vigente, se entregan exclusivamente a la Comisión Federal de Electricidad (CFE). Por el contrario, cuando la producción resulta insuficiente (por baja irradiación, picos de demanda o mantenimiento de equipos), la instalación puede importar energía de la red como respaldo o recurrir a su sistema de almacenamiento para mantener la continuidad operativa.
Este flujo bidireccional de energía es lo que distingue al autoconsumo interconectado, al combinar autonomía energética con respaldo regulado, asegurando eficiencia, estabilidad y confiabilidad en los procesos industriales.
Implementar un esquema de autoconsumo interconectado trae varios beneficios técnicos y económicos, especialmente en empresas industriales con demanda energética elevada:
El nuevo Reglamento de la Ley del Sector Eléctrico publicado el 3 de octubre de 2025, establece que toda central de autoconsumo interconectado con capacidad igual o superior a 0.7 MW requiere un permiso de generación emitido por la Comisión Nacional de Energía (CNE). Adicionalmente, el solicitante debe presentar:
De acuerdo con el documento oficial, las centrales con capacidad entre 0.7 y 20 MW podrán acogerse al trámite simplificado, diseñado para agilizar la aprobación y fomentar proyectos industriales de energía distribuida bajo esquemas de autoconsumo eficiente y seguro.
Los proyectos de autoconsumo interconectado requieren una integración precisa entre generación, almacenamiento, respaldo y monitoreo energético. En este proceso, las soluciones Industronic aportan tecnología en cada fase crítica:
En conjunto, estas tecnologías posicionan a Industronic como un aliado integral para la industria mexicana en la transición hacia la autosuficiencia y eficiencia energética.
El futuro del autoconsumo interconectado en México se dirige hacia la flexibilidad y la integración tecnológica. La demanda industrial de energía confiable y sostenible, impulsada por fenómenos como el nearshoring, también está redefiniendo el mercado.
Ahora bien, con la reciente promulgación de la Ley del Sector Eléctrico 2025, el autoconsumo se consolida como un esquema formal, moderno y regulado, que promueve tendencias clave como:
Entre los beneficios que ofrece la generación de autoconsumo interconectado para las empresas destacan el ahorro significativo en costos energéticos —al reducir la compra de electricidad a la CFE—, la certidumbre y estabilidad tarifaria a largo plazo, así como una mayor independencia y resiliencia operativa ante fallas o variaciones de la red eléctrica. Este modelo también permite avanzar en el cumplimiento de metas de sostenibilidad (ESG), especialmente cuando se integra con fuentes limpias y tecnologías de eficiencia energética.
La principal diferencia entre el autoconsumo interconectado y el autoconsumo aislado radica en su relación con la red eléctrica nacional. El primero opera conectado a la Red Nacional de Distribución o Transmisión, utilizando la red como respaldo e inyectando excedentes cuando la generación supera el consumo. En cambio, el autoconsumo aislado funciona sin conexión a la red, dependiendo totalmente de su propia generación y almacenamiento energético para garantizar el suministro 24/7.
Para una central entre 0.7 y 20 MW, se requiere: permiso de generación de la CNE; contrato de interconexión; presentación del formulario oficial con datos técnicos, ubicación georreferenciada y diagrama unifilar; programa de obra; plan de negocios; información de respaldo si la generación es intermitente; y listado de las cargas o usuarias que se abastecerán con la energía generada.

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