Panorama de demanda energética en México

8 enero, 2025
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La demanda de energía en México está en constante evolución, impulsada por el crecimiento económico, la expansión de las actividades industriales y el aumento de la población. Y para abastecer esto, el país necesita resolver desafíos como ampliar la capacidad de generación y modernizar la infraestructura eléctrica que garantice un suministro confiable y sostenible.

Ante este contexto, la Secretaría de Energía (SENER) publicó el Programa de Desarrollo del Sistema Eléctrico Nacional (Prodesen) 2024-2038, en el que se proyecta un crecimiento continuo de la demanda en los próximos 15 años. De acuerdo con esta investigación, se prevé un escenario base de crecimiento de 2.4%, uno alto de 2.9% y uno bajo de 2.1%. Comparado con el crecimiento de 2022 (3.4%) y 2023 (3.5%), es probable que estas proyecciones se rebasen.

Además, las metas nacionales para la generación de energía limpia permanecen rezagadas. Según el Prodesen, en 2023 solo el 24.3% de la energía generada provenía de fuentes limpias, muy por debajo del objetivo del 35% establecido en la legislación mexicana y en compromisos internacionales como el Acuerdo de París.

¿Qué es la demanda energética? 

Ahora bien, la demanda energética se refiere a la cantidad total de energía eléctrica que necesitan los usuarios finales en un lugar específico, durante un período determinado y para una actividad en particular como alumbrado público, encendido de máquinas industriales, sistemas de ventilación, entre otros.

La demanda de energía eléctrica se mide en gigavatios hora (GWh) y generalmente se calcula a partir de las lecturas de los medidores instalados en los puntos de consumo de cada establecimiento. Las empresas de distribución y generación de energía, como la CFE en México, usan los datos que arrojan dichos medidores y a partir de ahí, pueden programar la producción de energía, garantizar que haya suficiente suministro y así satisfacer la demanda en todo momento.

¿Cuáles son los factores que determinan la demanda de energía? 

Existen varios factores sociales, culturales y ambientales que inciden en la demanda energética mundial. Entre los más importantes están:

  1. El crecimiento económico que va fomentando el aumento de la producción industrial y el consumo de bienes y servicios, lo que se traduce en un mayor consumo de energía.
  2. El aumento poblacional que implica un mayor número de hogares y empresas, lo cual incrementa la demanda de electricidad para satisfacer las necesidades de servicios públicos y el desarrollo de nuevas actividades comerciales, urbanas y rurales.
  3. Las condiciones climáticas extremas, como las olas de calor y las temporadas frías, pueden provocar picos en la demanda de energía debido al uso de sistemas de climatización y enfriamiento.
  4. Los cambios en los precios de la energía pueden afectar los patrones de consumo y la eficiencia energética. A su vez, las políticas energéticas de cada país, como los incentivos fiscales para las energías renovables o los programas de eficiencia energética, influyen significativamente.
  5. La eficiencia energética a partir del uso de tecnologías como paneles solares en generación distribuida, reduce la dependencia de los grandes sistemas eléctricos y puede atenuar el crecimiento de la demanda centralizada.
  6. La electromovilidad que ha crecido con la adopción de vehículos eléctricos y sus requerimientos de infraestructura de carga, añaden nuevas demandas al sistema energético, especialmente en las horas pico.

¿Qué afecta la demanda de energía? 

Los mismos factores que determinan la demanda energética también pueden alterarla de forma significativa y provocar fluctuaciones a corto y largo plazo.

Según la Administración de Información Energética de los Estados Unidos (EIA), entre 2021 y 2035, el consumo per cápita de electricidad internacional, crecerá a una tasa media anual del 1,1%, mientras que la generación neta aumentará un 1,8% anual. Además, se estima que para 2035 la electricidad limpia sea del 43,1%, creciendo un 4,0% al año.

No obstante, la creciente demanda puede impulsar el desarrollo de fuentes de energía renovables, como la solar y la eólica, y fomentar la transición hacia un sistema energético más sostenible.

¿Cómo se calcula la demanda de energía? 

Para calcular la demanda energética se debe sumar el consumo de todos los usuarios finales dentro de un sistema en un período definido, utilizando mediciones horarias para garantizar datos precisos. En México, el Centro Nacional de Control de Energía (CENACE) es responsable de monitorear y reportar estos valores.

Para estimar la demanda real del sistema, el CENACE emplea dos metodologías principales: por balance y por retiros. La primera considera la generación neta inyectada, restando las exportaciones y sumando las pérdidas técnicas y no técnicas. La segunda agrega las compras de energía realizadas por las Entidades Responsables de Carga, excluyendo las pérdidas. Ambas estimaciones son esenciales para liquidar transacciones en el Mercado Eléctrico Mayorista, garantizando la eficiencia operativa del sistema.

En resumen, comprender la demanda energética no es solo un ejercicio académico, sino una necesidad para las empresas que buscan optimizar sus operaciones y reducir costos. Al identificar patrones de consumo y oportunidades de eficiencia, las industrias pueden tomar decisiones informadas para optimizar su gestión energética. En Industronic, ofrecemos soluciones personalizadas para ayudarle a alcanzar tus objetivos de eficiencia energética y sostenibilidad. ¡Contáctenos!

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