Los SAE (Sistemas de Almacenamiento de Energía o BESS, por sus siglas en inglés) se han convertido en una solución tecnológica clave para las empresas que presentan altos niveles de consumo energético a escala industrial; y por lo mismo, necesitan tener mejores prácticas de eficiencia energética.
Para el caso de México, donde la mayor cantidad de consumo energético proviene de las empresas y no de zonas residenciales, estos sistemas no solo garantizan un suministro eléctrico estable ante posibles fallas de sobredemanda en la red, sino que también permiten reducir costos en el recibo de luz mediante estrategias como el peak shaving, el load shifting y la integración con energías renovables.
Un sistema BESS es mucho más que un conjunto de baterías. Integra software y hardware avanzados que permiten optimizar el consumo energético, traduciéndose en ahorros significativos. Su versatilidad les permite operar tanto en horarios programados como en situaciones de emergencia, garantizando la continuidad del suministro eléctrico.
En la industria, estos sistemas son esenciales para garantizar la continuidad de procesos críticos, mejorar la calidad de la energía y optimizar el consumo energético. Según el Centro Nacional de Control de Energía (CENACE), los BESS son una herramienta estratégica para la modernización de la red eléctrica nacional, especialmente en zonas industriales con alta demanda y son claves por cinco razones principales:
Uno de los mayores riesgos para la industria es la interrupción del suministro eléctrico, que puede generar pérdidas millonarias por paros de producción. Los BESS actúan como backup energético junto con UPS ante un corte, proporcionando energía de respaldo automática (en cero milisegundos) y permitiendo a su vez, mantener operativas tanto las instalaciones, como los equipos críticos durante períodos prolongados.
En México, donde la confiabilidad de la red es un desafío, industrias como la manufacturera, minera y de datos están adoptando BESS para evitar daños en equipos sensibles por microcortes, sanciones por incumplimiento de contratos debido a paros no programados y pérdida de productividad en líneas de producción automatizadas.
El peak shaving (recorte de picos) es una estrategia que permite a las industrias disminuir su demanda máxima y su consumo de energía en los periodos más caros. Haciendo los consumos energéticos más eficientes.
CFE, en el recibo de energía aplica cargos por demanda máxima en punta llamados “cargo por capacidad”, calculados sobre el pico de demanda (kW) más alto registrado mensualmente en horario punta (de 6:00 p.m. a 10:00 p.m). Este concepto puede representar hasta el 35% del costo total en la factura eléctrica industrial.
Los sistemas BESS optimizan el recibo mediante estrategias de peak shaving y load shifting: almacenan energía en horario base (de 12:00 a.m. a 6:00 a.m) cuando las tarifas son más bajas, y la descargan durante las horas punta que son las tarifas más caras. Modificando así el perfil de consumo, se consume lo mismo, pero más barato.
De esta forma, se reduce tanto la energía (los kilowatts-hora) consumida en punta, como el pico de demanda máxima en punta (los kilowatts) que es lo más caro en todo el recibo. A modo de ejemplo práctico, pensemos que si el pico más alto del mes es de 380 kW, la CFE cobrará aproximadamente $470 pesos por cada kW de ese pico. Si una empresa disminuye su pico máximo de 380 kW a 80 kW podría ahorrar aproximadamente $141,000 MXN mensuales, solo en el cargo por capacidad por la demanda kW. Además, se beneficiaría de tarifas más económicas al desplazar su consumo energético a horarios base o intermedios, sumando un extra a ese ahorro.
Esta sinergia entre eficiencia operativa y financiera hace del BESS una inversión estratégica para el sector empresarial. Reduciendo la cantidad de dinero que tienen que invertir en energía, y dejando ese ahorro económico para ser más competitivos en sus propios sectores.
Los sistemas BESS no solo ofrecen ahorro económico, sino que también permiten a las empresas avanzar hacia una operación más sustentable. Aunque funcionan de manera independiente a los sistemas de energías renovables (como paneles solares o aerogeneradores), su combinación estratégica puede maximizar tanto la eficiencia energética y el ahorro económico, como el impacto ambiental positivo.
Contrario a lo que algunos piensan, los sistemas BESS no compiten con las energías renovables como la solar o eólica, sino que funcionan de manera complementaria.
Los BESS se cargan durante la madrugada aprovechando tarifas más bajas y una energía menos contaminante (ya que en estas horas la CFE recurre a fuentes más limpias para generar la energía de la red). Posteriormente, descargan esa energía almacenada previamente durante el horario punta, que es el punto en el que la red genera su energía por medio de combustibles fósiles. Por ende, las empresas están usando energía generada por medio de tecnologías más limpias. Y ese impacto ambiental lo pueden medir en kg de CO2 eq evitados. Sumado a esto, los sistemas solares operan principalmente en horario intermedio (6:00 a.m. a 6:00 p.m), generando energía limpia que se consume directamente en las operaciones industriales. Esta combinación estratégica ofrece un doble beneficio: mientras el BESS reduce consumos contaminantes en punta, los paneles solares reducen el consumo de energía en intermedia. Ambos sistemas trabajan de forma independiente pero coordinada, cada uno en su franja horaria más eficiente, maximizando así el impacto ambiental positivo, el ahorro económico y el desempeño energético sin interferencias.
Al seleccionar un sistema BESS, es esencial considerar varios factores para asegurar su eficacia y rentabilidad:
En resumen, el hecho de implementar un sistema BESS adecuado no solo mejora la resiliencia operativa de las empresas, sino que también optimiza los costos energéticos y contribuye a la sostenibilidad ambiental. En Industronic estamos para asesorarlo en la mejor opción para su empresa. ¡Contáctenos!
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