Teniendo en cuenta que, la eficiencia energética es un factor clave para la rentabilidad y sostenibilidad de cualquier operación diaria en el sector comercial o industrial, el factor de potencia (FP) juega un papel fundamental, ya que su correcta gestión permite optimizar el uso de la energía eléctrica, reducir costos operativos y evitar penalizaciones. En términos simples, el factor de potencia es un indicador fundamental que va midiendo qué cantidad de la energía consumida se convierte en trabajo útil y cuánta se desperdicia.
Si pensamos en una línea de producción en una planta de manufactura, por ejemplo, la energía eléctrica impulsa robots que ensamblan piezas con precisión. El FP mide cuánto de esa energía se utiliza realmente para el ensamblaje, el trabajo útil, y cuánta se desperdicia en procesos ineficientes, como el calor generado por los motores o la energía reactiva que no contribuye directamente al movimiento de los robots. Entonces, un factor de potencia óptimo asegura que la mayor parte de la energía se traduzca en producción real, minimizando el desperdicio y optimizando el rendimiento de la línea de producción.
El factor de potencia es la relación entre la potencia activa (la que realiza trabajo útil) y la potencia aparente (la total consumida). Su valor oscila entre 0 y 1, donde 1 indica el uso más eficiente posible.
Recordemos que, los dispositivos eléctricos que encontramos en entornos industriales o comerciales están diseñados para transformar la energía eléctrica en diversas formas como movimiento mecánico, iluminación o calor. Sin embargo, esta conversión nunca es perfecta. La energía total que un sistema requiere para operar, conocida como potencia aparente, no se convierte completamente en trabajo útil, o potencia activa. Parte de esa energía se disipa en forma de potencia reactiva, un componente necesario para el funcionamiento de ciertos equipos, pero que no contribuye directamente a la producción de trabajo.
Entonces, cuando el factor de potencia es bajo, significa que se está utilizando más energía de la necesaria, lo que incrementa los costos de operación y por ende, la factura eléctrica. Además, genera sobrecarga en la infraestructura eléctrica. En el caso de México, la Comisión Federal de Electricidad (CFE) penaliza a los consumidores industriales con FP menores a 0.95.
En los sectores industriales, el desperdicio de energía eléctrica es un enemigo de la productividad. Mantener un factor de potencia adecuado es crucial por varias razones:
Desde enero de 2024, la Comisión Reguladora de Energía (CRE) en México ha establecido nuevos requerimientos, exigiendo que los usuarios en media y alta tensión mantengan un factor de potencia de al menos 0.95, con una mejora gradual a 0.97 para 2026.
La corrección del factor de potencia se logra principalmente mediante la instalación de equipos que compensen la energía reactiva consumida por las cargas inductivas. Las soluciones más comunes incluyen:
Para determinar la capacidad adecuada de los equipos de corrección, es esencial realizar un análisis detallado del consumo energético y del perfil de carga de la instalación. La Comisión Nacional para el Uso Eficiente de la Energía (CONUEE) en México ofrece una herramienta que ayuda a estimar la potencia reactiva que se debe compensar para alcanzar un factor de potencia óptimo, así como la inversión requerida y el ahorro económico potencial.
No obstante, se recomienda recurrir a los expertos para realizar un análisis de calidad de energía. Este estudio permite medir y registrar parámetros eléctricos clave en tiempo real, como el factor de potencia o la presencia de armónicos en la red, para identificar problemas que afectan la eficiencia del sistema eléctrico. Con esta información, es posible determinar qué equipos son necesarios para corregir estas deficiencias. Esto ayuda a optimizar el rendimiento de la instalación, reducir costos por penalizaciones y prevenir fallas en los equipos conectados a la red.
La corrección del factor de potencia tiene aplicaciones clave en diversos sectores:
El marco regulatorio en México establece lineamientos estrictos sobre el factor de potencia, con penalizaciones para quienes no cumplan con los requisitos mínimos. Algunas disposiciones clave incluyen:
Dada la importancia de estas normativas, las empresas deben monitorear y optimizar su consumo eléctrico para evitar sanciones y maximizar su eficiencia operativa. Por eso, en Industronic, apoyamos a las empresas a mejorar sus instalaciones eléctricas, con asesoría y soluciones que ayuden al uso eficiente de energía. ¡Contáctenos!
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